La salud física en las empresas
El estado de salud física en el trabajo gira en torno a dos puntos:
● Un estilo de vida cada vez más sedentario;
● Actividad física profesional.
Los cambios en el estilo de vida y las condiciones de trabajo pueden provocar una disminución de la actividad física. Sin embargo, un estilo de vida sedentario repercute en la salud de los empleados, sobre todo de los que trabajan en oficinas.
Por otro lado, los profesionales que realizan una actividad más “dinámica”, en particular los que trabajan en un almacén, también pueden verse afectados por problemas de salud física en el lugar de trabajo. En lugar de estar causados por un estilo de vida sedentario, sus trastornos físicos se desarrollan por el uso de su sistema musculoesquelético en el desempeño de sus funciones, o por los movimientos repetitivos (y a veces dolorosos) inherentes a su puesto.
La salud física en las empresas también puede verse perjudicada cuando los suministros y las herramientas no se adaptan, o dejan de hacerlo, a las personas que los utilizan. Los trastornos musculoesqueléticos (TME) y los dolores lumbares son las enfermedades profesionales más frecuentes. Movimientos repetidos, posturas incómodas y condiciones de trabajo inadecuadas… Todos los oficios se ven afectados por este fenómeno. Aumentar la actividad física de los trabajadores contribuirá a reducir las causas de los accidentes o enfermedades laborales y la incapacidad para el trabajo.
Unas buenas condiciones de trabajo reducen las enfermedades relacionadas con el estrés.